Hablaremos con nuestros amados hijos pidiendo
la colaboración y la asistencia al necesitado.
La reunión Cumbre se desarrollo con gran eficiencia
y maestría. El cielo se regocija en sus hijos amados.
Las tierras aledañas a la Cordillera Andina fueron
despejadas y mucha niebla fui disipada.
Se anclaron las voces andinas en el pedido de
asistencia. Las Huestes Celestiales, comandadas
por el Arcángel Miguel, se unificaron en el plano físico
y los resultados nos muestran un gran
avance en la tercera dimensión.
Las almas atrapadas en el dolor fueron elevadas
y se
estableció el Nuevo Orden de la Luz y el Amor.
El amado Jesús de Nazaret estuvo presente haciendo
inserciones fotonicas acelerando frecuencias y
decodificando
a los llamados en servicio por el Bien
Supremo. Se les
insto a converger en los puntos álgidos del
planeta, a través
de los rayos alquímicos pudimos determinar un nuevo
asentamiento de seres ÚNICOS programados
para el
Bien Supremo. Se les abrieron las puertas
de la Nueva
Jerusalén a los de las Vestiduras Blancas.
Hubo grandes deliberaciones y se organizaron
equipos de acción de la tercera dimensión
para fusionarse con los
Altos Comandos Siderales y poder
desestabilizar a las
fuerzas oscuras preponderantes en el lugar.
La magia de los Sabios de la Oscuridad quedo
catapultada
con el pedido a viva voz de nuestros hijos
amados, Plenipotenciarios de la Luz y el Amor.
El salmo 91 resonó con gran fuerza despejando
y cubriendo la zona con el maravilloso elixir de
los Dioses; el oro cuántico bajado a raudales
por vuestros corazones en servicio.
El maestro Ascendido Jesucristo insto a sus hijos
a seguir el camino de la Luz obrando en
consecuencia
según lo pactado por cada alma antes de venir
al planeta. El plan Divino se cumple paso a paso
dando la bienvenida al Nuevo Tiempo de Luz, Paz y
Amor en la nueva Tierra
En los planos superiores de conciencia se acciono
arduamente en las rutas neuronales, en la reactivación
de los canales KA y se les transmitió información
personal para realizar los cambios que le prepararan
para el Gran Ascenso Masivo.
Los movimientos físicos del planeta están siendo
minimizados
y el gran ajuste molecular de Gahia se realiza con gran
esmero y protección.
Sentimos en lo más profundo de vuestros
corazones
la alegría del servicio por el cual fueron convocados.
Cada uno de vosotros es un capitel de luz cuántica
irradiando
los Rayos Misericordiosos del Divino
Maestro Jesús
y la manifestación del chacra corinilla
destellando
rayos arcoíricos que son los siete rayos
de la
creación manifiestos e impresos en cada uno.
Jesús ungió a sus hijos con el estigma del
origen
y Sello de la Orden de Melquizedec que
se catalizó
en el corazón puro en servicio en unión con
la Madre Gahia.
Gahia pide anuencia.
Amados hijos mis pequeños niños.
Sois vuestra madre quien os acoge en el vientre
materno. Durante eones muchas han sido
las ofrendas
recibidas desde vuestros corazones. Mis heridas
sanan con vuestro amor.
Seguid orando y bendiciendo; mi sanación
es junto
a las de ustedes.
Un nuevo ciclo comienza, mi corazón de
madre les
bendice y protege.
Debéis re-cordar; caerán mil y a tu derecha
diez mil a ti no te tocara.
Los cánticos de alabanza resuenan en las
grietas de mis heridas
cicatrizando el maltrato infringido.
Se cerraron las puertas al mal, el oro cuántico baña mi
vientre. Las aguas serán mansas. En el amor
de vosotros
esta la Luz y la creación, sin vosotros hijos amados
nada podría ser real.
Mi corazón agradecido brindara asistencia y
protección, sois
guiados y protegidos, nada malo sucederá. Los
cambios son.
Pronto la luz prevalecerá, me regocijo en vuestros
corazones.
No habrá dolor, mi luz alumbra vuestro paso. Cread, juntos
avanzamos hacia los planos superiores en Luz y Amor.
Los cuatro elementos vibran en el Amor y la Wiphala, el
símbolo de unicidad será desplegada en todas
las direcciones.
La Cruz del Nuevo Tiempo trae equilibrio. Así es.
Gahia en amor bendice a sus hijos. Amén.
Los pasos a seguir son bendecid y orad.
Nada impedirá el paso de la luz en este
amado planeta azul.
El Bien Amado Jesús de Nazaret bendice a sus
hijos y en protección constante avanzáis.
Nada debéis temer.
El nuevo amanecer es en el corazón de esta
Nueva Humanidad.
Amén.
Regocijaos.